La Virreina Nacional de la Belleza, Cindy Lorena Hermida Aguilar, nació en Pitalito, creció en el barrio León XIII, estudió su bachillerato en la institución Montessori, practicó deportes y música.
Es la mayor de cuatro hermanos, disfruta la vida en actividades de recreación, pero trabaja con tesón para alcanzar sus metas.
Nunca ha renunciado a un propósito, pero jamás emprende una iniciativa sin consultarla con su señora madre, con quien comparte su alegría.
En el barrio León XIII, los vecinos están a la expectativa de verla regresar, esta vez portando la corona de virreina.
Cindy Lorena Hermida Aguilar, la Virreina Nacional de la Belleza, oriunda de Pitalito, creció en el seno de un hogar que luchó por sacar adelante una familia, recibiendo una educación básica hasta el bachillerato.
Siempre se destacó por ejercer liderazgo, fue en su época de estudiante, practicante furibunda del microfútbol, el fútbol y la natación, como sus deportes favoritos.
Hizo sus estudios de primaria en la institución Montessori, donde igualmente estudió su bachillerato.
Apasionada por la música, hizo parte de la banda del colegio, representó a su institución en varios concursos regionales y nacionales.
Interpreta con alguna solvencia instrumentos de música andina, canta y disfrutaba mucho en las reuniones.
Siempre quiso ser independiente en todos sus actos, pero con una gran responsabilidad en sí misma y frente a los demás.
Una vez concluyó sus estudios de bachillerato, se asoció con una amiga y montó un establecimiento de comercio, que administró y mantuvo durante un año, hasta cuando fue llamada a trabajar al Banco Popular en la ciudad de Pitalito.
Otra de sus grandes aficiones en los últimos años, son los caballos, los cabalga y disfruta.
Nunca soñó con ser reina
Doña Johana Aguilar, madre de la nueva Virreina Nacional de la Belleza, dice que, a Cindy Lorena nunca se le vio jugando a las reinas, o pensando en esas emociones.
Eso sí, fue una gran deportista, jugadora de microfútbol, practicó baloncesto y natación.
Últimamente aprendió a montar a caballo y es una afición que le encanta. Ha participado en las cabalgatas de San Pedro y de la feria en Pitalito y disfruta mucho esta actividad, dice doña Deicy, su abuela materna que le aconseja el principio de la humildad y la simpatía.
“Era una niña que nunca jugó a ser reina, ni en el hogar se lo insinuamos, siendo una niña muy alegre, de fácil relación interpersonal, pero sí la vimos muy animada con la música, la que practicó en la banda del colegio que le dio la oportunidad de viajar a Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. También canta música andina”, dice doña Johana.
La Virreina adelanta estudios superiores en Bogotá donde está radicada hace algún tiempo, y donde empezó su camino como candidata a un reinado, luego de participar de un desfile organizado por compañeros del banco donde trabajaba, descubriendo sus grandes dotes para el modelaje y sus facciones de reina.
Le animaron para que se postulara como aspirante a Señorita Huila, y luego de consultar con su señora madre y hermanos, consiguió su beneplácito y emprendió su paso para llegar a Cartagena en representación del Huila.
Se quedó en Bogotá
“La niña se quedó en Bogotá, donde debe atender un mundo de compromisos, creo que viene a Neiva y seguramente sacará un tiempo para venir a Pitalito”, dice su señora madre, quien acaba de regresar de la ciudad de Cartagena a donde acudió junto a sus hijos para acompañarla en esta etapa de la elección como la segunda mujer más bella de Colombia.